sábado, 11 de octubre de 2008

Abogados Litigantes

TENGO PREGUNTAS... ME GUSTARIA QUE ME AYUDARAN A ELABORAR UNA RESPUESTA


¿Una persona que obtiene una licenciatura en derecho es un abogado litigante?


¿Aquel abogado versado en el derecho es un abogado litigante?


¿Un profesor universtario o investigador laureado en derecho es una abogado litigante?


¿Un abogado de la administración pública es un abogado litigante?


¿Un abogado de compañias de seguro o bancos es un abogado litigante?


¿Un abogado que escribe libros de derecho y da conferencias es un abogado litigante?


¿Un mediador es un abogado litigante?


¿Un ejecutor fiscal es un abogado litigante?


¿Porqué no existe o, al menos, no conozco que lo haya una asociación de abogados litigantes en nuestro país (Argentina)?


¿Porqué no existe una especialización en litigios?

2 comentarios:

Silvia dijo...

Estimado Colega: Creo que su inquietud es tan clara y al mismo tiempo tan profunda que merece un análisis muy vasto. Sus preguntas reflejan el síntoma de un grave problema: la identidad del abogado litigante. Creo que si esa identidad va de la mano de la acción exclusiva de litigio, se advierte que se desdibuja por factores muy adversos. Humildemente creo que hay más litigantes potenciales que actuales en un sentido purista, justamente porque hay cierto desencanto por las gratificaciones a recibir y mucha dificultad en ejercer exclusivamente ese papel, como si la vocación no alcanzara a reparar la deficiencias de un aparato judicial distorsionador, un mercado muy difícil para la igualdad de oportunidades ante iguales talentos, y hasta una época que reformula poco a poco la jerarquía de los roles letrados. Más de una vez he lamentado ver dirigentes y ciudadanos más convencidos por las relatividades políticas que por los aciertos procesales. Y algunas instituciones intermedias colegiadas a veces emplean más tiempo y recursos en cuestiones administrativas que en la compleja y desafiante reivindicación práctica de la abogacía litigante en strictu sensu. Entre todo esto, muchos abogados buscan avanzar con dignidad construyendo sus profesiones con pinceladas varias de aquí y allá, concesiones por la obra social, por el sueldo seguro de unas clases de derecho o de abonos regulares, por la tendencia a evitar un colapso cuando te salen 5 resoluciones arbitarias seguidas o para ahorrarse la estrategia absurda de caerle bien a un magistrado para que lea con denuedo el expediente. Y si, me parece valiosísimo que hubiera una asociacion de abogados litigantes. Con gusto le sumaría un par de colegas sanjuaninos con garra y convicción irrevocables. Mis mayores respetos, hasta la próxima

abogados litigantes dijo...

Estimada colega Silvia:
Gracias por el aporte de sus reflexiones llenas de enjundia.
Quizás haya llegado el momento que los abogados litigantes veamos en nuestro par sólo un dilecto colega y circunstancial adversario y nos unamos presionando más eficientemente por el mejoramiento de la justicia.